Mi historia comenzó cruzando la frontera hacia Estados Unidos para trabajar como operador de tráiler. Recorrí miles de kilómetros, aprendiendo lo que significa cumplir sin excusas.
Durante cuatro años moví carga para clientes globales, aprendiendo sobre estándares de calidad, eficiencia y compromiso. Esa experiencia despertó una visión más grande: volver a México para construir algo propio.
En 2023 compré mi primer camión en Louisville, Kentucky, y volví a México con una idea clara: fundar una empresa de transporte que operara con la disciplina de las grandes compañías, pero con la cercanía y humanidad que solo conoce quien ha vivido el camino.
Así nació Blue Dog Cargo, con base en el puerto de Manzanillo, Colima. Hoy somos un equipo movido por el mismo espíritu: trabajo honesto, compromiso y pasión por el servicio bien hecho. Porque no se trata de cuántos camiones tienes, sino de cuánta confianza eres capaz de mover.
Aprendimos que cada carga es distinta, por eso conectamos todos los puntos: cliente, patio, agente y destino.
La logística funciona mejor cuando todos estamos en la misma autopista.
Tu enlace confiable con el puerto de Manzanillo.
Ese día, el sistema del SAT presentó fallas intermitentes en el puerto, impidiendo la generación y validación del DODA. El pedimento ya estaba pagado, pero sin DODA no se podía activar el Mecanismo de Selección Automatizado ni liberar el contenedor.
Nuestro cliente necesitaba esa mercancía con urgencia y los tiempos jugaban en contra. Coordinamos en tiempo real con el agente aduanal, validamos toda la documentación y establecimos contacto directo con personal de la Agencia Nacionalde Aduanas de México (ANAM).
Luego de varias gestiones, obtuvimos la autorización para retirar la carga bajo esquema de contingencia. A las 16:47, el contenedor estaba en la plataforma. A las 17:10, ya iba rumbo a su destino.
En logística, hay operaciones que requieren velocidad. Y otras, que exigen precisión sostenida. Durante la temporada alta previa a Navidad, una maquiladora en Monterrey confió en Blue Dog Cargo para una misión crítica: entregar un contenedor con 18 toneladas de insumos cada 32 horas, durante 40 días consecutivos. No había espacio para imprevistos. La línea de producción debía mantenerse en marcha sin interrupciones, para que se cumpliera la cadena “just in time” sin margen de error. Cada entrega significaba sostener la continuidad de una cadena que abastecería a múltiples mercados en fechas clave. La operación se diseñó con una lógica impecable: planificación de rutas optimizadas, monitoreo permanente, ajustes en tiempo real y una ejecución disciplinada en cada trayecto. No se trataba de cumplir una vez, sino de cumplir siempre. Y así fue: cuarenta días de entregas continuas, la maquiladora no frenó ni una sola vez su producción.
En Blue Dog Cargo creemos en hacer las cosas bien, sin rodeos. Cumplir tiempos, cuidar la carga y responder cuando se necesita. Aquí no hay pretextos: hay trabajo parejo, compromiso real y ganas de resolver. Porque creemos que la palabra y el servicio sí valen.
En Blue Dog Cargo creemos en crecer junto a este país. Apostamos por el trabajo bien hecho, el desarrollo local y una logística que conecte a todo México con eficiencia y compromiso. Cada ruta que recorremos es una forma de retribuir la confianza que nos dan.
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